martes, 29 de marzo de 2011

PRI: Candidato de unidad en Edomex y candidato de la encuesta (¿O será dedazo?) en Nayarit

El priísmo en el Estado de México, teniendo a Enrique Peña Nieto como actor principalísimo, nos regaló toda una cátedra de lo que es anteponer la unidad de la militancia muy por encima de cualquier grupo de poder como el de Atlacomulco o de intereses mezquinos; lección muy bien aprendida de las elecciones de Puebla, Oaxaca, Sinaloa y Durango, con sus correspondientes derrotas y/o descalabros, tal como sucederá esto último en el Estado de Nayarit ante el descuido de las cúpulas nacionales y sobre todo por la imposición oficialista de Roberto Sandoval, a quien destapó la esposa del actual gobernador Ney González Sánchez, buscando no la unidad del priísmo en la entidad, sino el cuidarse la espalda, los talones y quién sabe qué más.

Enrique peña Nieto y su equipo de trabajo perfilaron en Edomex lo que bien podríamos llamar una "operación quirúrgica", dando paso a un candidato no de la encuesta, sino a un candidato de la militancia y de los distintos sectores, quienes lo abanderaron en su toma de protesta, mostrándose así una vez más la brecha tan inmensa que existe entre la política que se practica en dicho Estado y en Nayarit.

El análisis que se requiere realizar, en cualquier momento político, para establecer el proceso de selección de los distintos candidatos y asegurar así el camino más viable hacia la victoria, tiene que ser un análisis a conciencia y sobre todo usando solo la cabeza, es decir, sin anteponer el hígado y mucho menos los bofes, como en ocasiones sucede.

El resultado en el Estado de México, al seguir la regla anterior, fue que la decisión se inclinó no hacia quien era el caballo de hacienda de Huixquilucan, que por cierto estaba por la nubes según las encuestas realizadas, sino para quien representa la integración de la militancia y asegura que no existirá una desbandada; En Nayarit por el contrario, al no ser aplicada la misma regla y al considerar el PRI solo a la encuesta como el método de selección del candidato a la gubernatura, la unidad priísta brilla por su ausencia para el expresidente municipal de Tepic, Roberto Sandoval, quien resulta ser el único candidato de ese partido ante la muy respetable decisión de los senadores priístas, actualmente con licencia, Gerardo Montenegro y Raúl Mejía de no legitimar la imposición hecha por el actual gobernador Ney González.

Aunque es verdad que Roberto Sandoval va arriba en las encuestas priístas, también es cierto que hoy mantiene una pronunciada caída debido a distintas problemáticas surgidas por su administración que hoy son ya inocultables, como bien lo evidencian las recientes manifestaciones del SUTSEN ante el incumplimiento del correspondiente pago de varios millones de pesos que se le deben a los trabajadores de dicho sindicato, entre otras muchas anomalías más que poco a poco van saliendo a la luz pública.

La encuesta es, sin lugar a dudas, un elemento a tomar en cuenta en la elección del candidato por parte de los diversos partidos políticos, pero definitivamente no debe ser el único factor determinante. La búsqueda de la cohesión de los distintos sectores y las diversas expresiones militantes priístas fue en todo momento la guía en Edomex, mientras que en Nayarit hizo mucha falta oficio y congruencia política.

En definitiva Eruviel Ávila, como candidato de PRI a la gubernatura del Estado de México, es el candidato de la unidad que aglutina a todos los sectores y corrientes priístas, sin duda alguna; y en Nayarit, Roberto Sandoval, oficialmente candidato del gobernador Ney González Sánchez a la gubernatura de Nayarit desde hace un buen rato ya, vía la señora Sharo Mejía de Sánchez, es el candidato de la "encuesta" (¿O será dedazo?), que solo logra reunir algo más que solo números en papel, mismos que al final serán los que le señalen la derrota, cual maldición proveniente del beso de quien hoy resulta ya innombrable.